LA MUSICA CARIBEÑA
LA MUSICA CARIBEÑA
La isla de Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana (islas de las Grandes Antillas) forman el número de la música caribeña, cuyos ritmos han tenido la influencia más variada y amplia en todas las orquestas de ritmo y de baile del mundo.
La población autóctona de la isla fue reemplazada ya en el siglo XVI por esclavos negros del África Occidental. Tres siglos duró el comercio de esclavos (más de un millón de negros cruzó el Atlántico). Fricciones entre esclavos y señores dejaron huella en el folklore afro-cubano. La música caribeña es de una extrema sensualidad, humor, sentido del ritmo y de los movimientos del cuerpo y de una musicalidad extraordinaria.
El canto está caracterizado por la improvisación y la espontaneidad; el ritmo es de gran complejidad. Es una música de ritmos calientes que se improvisa a sí misma, en un ímpetu de repetición creadora, usando el elemento coral típico de la música negra que acompañaba los trabajos colectivos.
La denominación de “música caribeña” comprende los diferentes estilos y tradiciones musicales de las islas del Caribe; abarca desde géneros folclóricos tradicionales, como la bomba de Puerto Rico y el mento de Jamaica, a ritmos populares contemporáneos, como la salsa y el reggae.
La música caribeña incluye la música del Caribe de habla inglesa (Antillas británicas), el Caribe de habla hispana (Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana) y el Caribe de habla francesa (Haití y las islas Martinica y Guadalupe). La música de los países que circundan el Caribe también se ha clasificado a veces como caribeña.
CARACTERÍSTICAS
En muchos aspectos es más marcada la diversidad que la unidad de la música caribeña, a pesar de que pueden trazarse algunos rasgos comunes. La mayor parte de la música de esta región combina rasgos africanos con rasgos occidentales; esta síntesis, que comenzó con la colonización europea y la importación de esclavos africanos, todavía se mantiene en la actualidad. A este tipo de música se la denomina a veces criolla o, de forma más general, sincrética, haciendo alusión a la mezcla de elementos africanos y occidentales que dan lugar a una música típicamente caribeña.
La influencia africana constituye un denominador de estilo común a la mayoría de la música caribeña, que se manifiesta en forma de alegres sincopados (ritmos que enfatizan las partes débiles del compás), formas llamada-respuesta y ostinato (frases musicales repetidas), basados a menudo en sencillos acordes.
La mayor parte de la música caribeña puede agruparse en las categorías de folclórica, clásica o popular desde el punto de vista comercial. Algunos estilos folclóricos derivan básicamente de la música africana y suelen estar dominados por los instrumentos de percusión y las formas vocales de llamada-respuesta. En esta categoría se incluyen la rumba tradicional cubana, la bomba de Puerto Rico y la música asociada a las religiones afrocaribeñas, como el vudú de Haití o la santería cubana.
Otros tipos de música reflejan más su origen europeo, como el jíbaro de Puerto Rico y el punto cubano, que utilizan formas en verso derivadas de la música española con guitarras o instrumentos similares. En una categoría diferente se encuentran las prácticas musicales asociadas a las minorías étnicas de las Indias Orientales, los descendientes de los trabajadores contratados que llegaron de la India al Caribe durante el periodo colonial. Los indocaribeños, que constituyen el mayor grupo étnico de Trinidad y Guayana, poseen una herencia musical propia de gran riqueza, con canciones tradicionales y estilos modernos, como el chutney.
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